En muchas ocasiones como hoy he sentido no pertenecer.
incluso a mi misma.
en el espejo me veo y aunque me reconozco, no me pertenezco.
abro mi cuenta de whatsapp y aunque la sé mía, no pertenezco a ella.
En mi casa, en el carro, escuchando incluso una canción que constantemente canto, no me sé.
Y es que muchas veces uno necesita expresarse para reconocerse y muchas otras, llorar es lo unico que nos deja ser.
Me encuentro únicamente cuando lloro, cuando estoy sola y en mi mente me hablo, me pido que salga de ese escondite en el que estoy, me imagino detrás de las vísceras de mi cerebro escondida y en posición fetal y me veo a mi desde fuera, suplicándome que salga, que deje de esconderme, que vuelva a sentir.
Pero es que cuando soy esa persona diminuta escondida, me veo con miedo, me tapo los oídos con las manos y no quiero escuchar nada, es suficiente con las voces en mi cabeza, que no sé como callarlas.
Es un sentimiento de vacío, de caer en infinitos que reconozco, por que antes he estado ahí..
Me es difícil en estos últimos días existir, ser.
Me pienso como una imagen lastimosa, que necesita abrazos, pero no es capaz de recibirlos.
Quizá mañana me quiera mucho otra vez, mientras sigo intentando que la persona que está detrás de todas esas vísceras de su cerebro se levante y tenga ganas de soltar los brazos, destapar sus oídos y escuchar que si es amada, que aunque quizá le cueste mucho, si estará bien otra vez.
Que se volverá a reconocer y va a pertenecer.